Macarena Moraña

“Tanto la lectura como la escritura son artesanías y, como tales, requieren de paciencia, escucha, atención, dedicación”, define Macarena Moraña, escritora del conurbano norte que confía en las palabras y las lanza a la vida como dagas certeras.

La Ciudad charló con la autora de “Los escarabajos” acerca de sus primeros pasos en el mundo literario, sus obras ya publicadas y las que están por venir, el pinkwashing, el mercado editorial y algunos consejos para futurxs escritorxs del conurbano.

¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?

Juro que recuerdo el primer día de primer grado: El dibujo de las letras en el pizarrón, lo feliz que estaba de tener útiles escolares, lo enigmática que me parecía mi maestra Irma. Exagerando un poco y no tanto, esto de escribir fue amor a primera vista. Conservo mis diarios, agendas, poemas, cartas y también los primeros relatos. Escribo desde que aprendí a combinar esos veintisiete símbolos mágicos que conforman el abecedario.

¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?

Es una larga lista que además se va ampliando y renovando con el paso del tiempo, así que nombraré al azar algunos nombres: Kafka, Gallardo, Shakespeare, Aira, Onetti, Ocampo, Puig, Almeida, Zambra.

¿Qué pensás del ambiente literario del conurbano? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?

Me gusta pensar en el concepto de “margen” que, caprichosamente, vinculo con el de “orilla”. También pienso en la palabra “periferia” y, por qué no, en “arrabal”.
Creo que la descentralización de la producción literaria es algo que, por suerte, viene ocurriendo por muchos motivos.
El trabajo que realizan las editoriales que llamamos “independientes” es uno de ellos. Se abrió el mercado, se expandió, y eso dio lugar al encuentro con nuevas voces y nuevos temas. Y la pertenencia, el territorio, la zona, es uno de los temas narrativos por excelencia. Cualquier tema que se aborde desde la escritura, tiene detrás un espacio, imaginario o no, que lo sostiene.

“Cuando un artista produce una obra pensando en el mercado, o abrazándose a ciertos temas solo porque venden o están de moda, eso acaba por notarse”, sostiene la escritora Macarena Moraña.

¿Cómo ves el ambiente literario (del conurbano y en general) para las mujeres escritoras?

Las mujeres estamos, al fin, teniendo la visibilidad que hubiéramos merecido desde el comienzo de los tiempos. Comparo la labor del ambiente literario con la de las hormigas: Debajo o dentro de cada publicación, digital o física, existe una gran cantidad de personas que la hacen posible. Una labor que, con justicia, también va perdiendo su invisibilidad.

¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?

Es inevitable que la coyuntura sea parte activa de la producción artística. Si por escribir sobre temas emergentes e incluso urgentes, el mercado se ve favorecido, es parte del juego.
No obstante, debo decir que tengo la suerte de vivir rodeada de gente que escribe, pinta, baila, saca fotos, hace música o actúa, y que rara vez conciben esos trabajos desde lo comercial.

Creo que, cuando un artista produce una obra pensando en el mercado, o abrazándose a ciertos temas solo porque venden o están de moda, eso acaba por notarse.

De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos? ¿Cuáles son tus últimos proyectos?

Quiero mucho a mi primera novela publicada, titulada “Los escarabajos”.
Estoy dándole las puntadas finales a una nouvelle llamada “Las nutrias”, que saldrá el próximo año.
También están en danza un libro de cuentos y una novela. La pandemia fue terrible en casi todos los aspectos, pero al menos a mí me llevó a concluir varios proyectos.

¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?

El consejo es siempre el mismo: que lean y escriban todos los días. Tanto la lectura como la escritura son artesanías y, como tales, requieren de paciencia, escucha, atención, dedicación. A las palabras podríamos considerarlas hijas directas de la pasión.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here