En la primera tarde de 14 a 17 hs, todos los días podrás entretenerte, informarte, participar y divertirte. Ezequiel Gerace y Lou Alvarez hacen Tarde Kamikaze. Desfachatados, atrevidos, picantes y mordaces, te invitan a desenchufarte un rato y disfrutar la tarde.
En la primera tarde de 14 a 17 hs, todos los días podrás entretenerte, informarte, participar y divertirte. Ezequiel Gerace y Lou Alvarez hacen Tarde Kamikaze. Desfachatados, atrevidos, picantes y mordaces, te invitan a desenchufarte un rato y disfrutar la tarde.
Crudo Y Áspero, la banda oriunda de Cutral Có y Plaza Huincul (Neuquén), tocará por primera vez en Buenos Aires. Será el domingo 14 de noviembre a las 19 hs en Gier Music Club (Av. Álvarez Thomas 1878, CABA) con entrada libre y gratuita.
La Ciudad dialogó con el vocalista y guitarrista, Gaby Acuña, sobre su segundo y último disco titulado Ataraxia; los preparativos para el show; y sobre su proyecto que conforma junto a Carlos Barbagiovanni en primera guitarra, Emmanuel Acuña en bajo y Rodrigo Acuña en batería.
-¿Cómo se autodefinirían como banda?
“Somos una banda histriónica. Nos adaptamos a todas las circunstancias externas e internas, podemos hacer una balada estilo grunge y por otro lado un ska reventado. Tenemos el germen que va creciendo dentro, pero todavía no sabemos q nombre ponerle. Vamos adaptándonos día a día para donde nos lleve. Teniendo solamente en claro que seguiremos unidos escupiendo palabras, acordes y melodías que no se pueden guardar.”
-¿Cómo fue el trabajo de producción de Ataraxia?
“Ataraxia se comienza a maquetear en plena pandemia. El técnico de grabación, Gastón Saso, se mudó a nuestra sala de ensayo y terminó saliendo el LP con 6 canciones, que son distintas entre sÍ, pero en algún punto las une un hilo de seguridad, de fin del miedo, de estado de ataraxia.”
¿Qué proyectos tienen a corto o largo plazo?
“Tenemos que sacar el tercer disco que siempre decimos que iba a ser el primeroporque las canciones ya están maqueteadas. También, queremos girar hasta donde se pueda y se nos permita.”
-¿Cómo se están preparando para la primera presentación en Buenos Aires?
“Estamos ansiosos de conocer al público que nos sigue incondicionalmente, que es reducido, pero teniendo en cuenta que somos una banda del interior, es como un abrazo de hermanos más que un mimo al alma. Tenemos pensado repasar canciones de los dos discos, más algunas sorpresas.”
-¿Qué significa Crudo Y Áspero en tu vida?
“Crudo y Áspero, es saber que siempre vas a tener una banda que te recuerde que tenés la otra mejilla. Que cuando se pierde con dos dedos de frente, es mejor pegarle al fracaso sin bostezar. Que a veces se gana más. y que somos una banda de amigos/hermanos, más q una banda de músicos.”
Contacto
YouTube: Crudo y Áspero // Spotify: Crudo y Áspero // Instagram: Crudo y Áspero // Facebook: Crudo y Áspero
“No claudiquen con sus sueños, caminen hacia él”, sostiene Clarisa Silvia Sanfilippo, escritora y docente de Haedo, quien también se desempeña como acompañante terapéutica, integradora escolar y estimuladora temprana.
La Ciudad charló con la autora de “Palabras espontáneas…”, libro de poesía editado por Editorial Dunken, acerca de sus primeros pasos en la escritura, sus sensaciones al publicar sus poemas, el pinkwashing y algunos consejos para futurxs escritorxs de la zona.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?
Empecé desde muy pequeña, lo hacía esporádicamente y siempre fue una forma de conectar con mis emociones. Hasta que a los 13 años conocí a Juana Delia Iglesias, mi profesora de Lengua y Literatura en primer año del secundario. Ella me corregía mis escritos e impulsaba a seguir escribiendo. Fue así que la relación perduró en el tiempo y se convirtió en mi madre adoptiva y en las letras. Siempre me decía “tenés que hacer tu propio libro”, y así fue que, en 2015, le di vida a “Palabras espontáneas…”
¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?
Mis referentes son variados, desde Miguel Hernández y Antonio Machado, hasta Osvaldo Soriano con sus escrituras llanas, con un lenguaje simple y descriptivo.
¿Qué pensás del ambiente literario del conurbano? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?
El ambiente literario en el conurbano es muy amplio. He participado de talleres literarios en Haedo, pero considero que se pueden hacer muchas más cosas. Con respecto al mercado editorial, cuesta mucho esta inserción. Es bastante costoso editar, pero las antologías son buenas herramientas. Hay también algunas editoriales independientes que no siempre están difundidas.
¿Cómo ves el ambiente literario del conurbano para las mujeres escritoras?
Veo que, en el caso de las mujeres conurbanas, definitivamente estamos ganando terreno. En mi caso particular, por ejemplo, no he encontrado trabas como mujer para insertarme en el ambiente literario, pero siento que también puede ser porque soy bastante decidida.
¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?
La literatura de mujeres me gusta, sobre todo las novelas, las historias cotidianas, los relatos que me hagan sentir que vivo lo que leo. En cuanto al pinkwashing, desgraciadamente creo que sí opera bastante. Los libros escritos por mujeres son camuflados detrás de un falso progresismo, y solo es una estrategia de marketing.
De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué?
En realidad, es como que me preguntes “¿cuál de tus hijos es el favorito?” Cada uno guarda un momento, una historia, emociones, sentimientos, utopías por un mundo mejor. Algunos son una mezcla de realidad y fantasía; pero en el trasfondo me han atravesado por alguna razón, convirtiéndose en “una vida nacida en palabras”. No obstante, para citar algunos, podría mencionar “Tomados de la mano” (a mi hijo Manuel), “Y llegaste a mi vida” (a mi hijo Luciano), “Victoria hija mía” (a mi hija Victoria), “Brotan palabras espontáneas” (que dio nombre a mi libro, elegido por mi madre Juana), “Lazo invisible” (a mi tía Coca – maestra y dulce ser), “¡Sos Matilde!” (a mi nieta Matilde), “Profundamente enamorada” (a Frida Kahlo, después de ver la película “Frida”).
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?
Más que consejo, una sugerencia: No claudiquen con sus sueños, caminen hacia él. Hay muchas oportunidades para publicar, existen editoriales independientes donde convergen muchos escritores y realizan antologías. Al publicar, la sensación que te invade es la de “haber parido un hijo”. Algunas veces, participar en concursos abre puertas para animarse, ya que es bastante costosa la edición. Quizás comenzar con una tirada mínima es una opción, y después hacer eventos de presentación para darse a conocer es una alternativa para comercializarlos.
“Tanto la lectura como la escritura son artesanías y, como tales, requieren de paciencia, escucha, atención, dedicación”, define Macarena Moraña, escritora del conurbano norte que confía en las palabras y las lanza a la vida como dagas certeras.
La Ciudad charló con la autora de “Los escarabajos” acerca de sus primeros pasos en el mundo literario, sus obras ya publicadas y las que están por venir, el pinkwashing, el mercado editorial y algunos consejos para futurxs escritorxs del conurbano.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?
Juro que recuerdo el primer día de primer grado: El dibujo de las letras en el pizarrón, lo feliz que estaba de tener útiles escolares, lo enigmática que me parecía mi maestra Irma. Exagerando un poco y no tanto, esto de escribir fue amor a primera vista. Conservo mis diarios, agendas, poemas, cartas y también los primeros relatos. Escribo desde que aprendí a combinar esos veintisiete símbolos mágicos que conforman el abecedario.
¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?
Es una larga lista que además se va ampliando y renovando con el paso del tiempo, así que nombraré al azar algunos nombres: Kafka, Gallardo, Shakespeare, Aira, Onetti, Ocampo, Puig, Almeida, Zambra.
¿Qué pensás del ambiente literario del conurbano? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?
Me gusta pensar en el concepto de “margen” que, caprichosamente, vinculo con el de “orilla”. También pienso en la palabra “periferia” y, por qué no, en “arrabal”. Creo que la descentralización de la producción literaria es algo que, por suerte, viene ocurriendo por muchos motivos. El trabajo que realizan las editoriales que llamamos “independientes” es uno de ellos. Se abrió el mercado, se expandió, y eso dio lugar al encuentro con nuevas voces y nuevos temas. Y la pertenencia, el territorio, la zona, es uno de los temas narrativos por excelencia. Cualquier tema que se aborde desde la escritura, tiene detrás un espacio, imaginario o no, que lo sostiene.
¿Cómo ves el ambiente literario (del conurbano y en general) para las mujeres escritoras?
Las mujeres estamos, al fin, teniendo la visibilidad que hubiéramos merecido desde el comienzo de los tiempos. Comparo la labor del ambiente literario con la de las hormigas: Debajo o dentro de cada publicación, digital o física, existe una gran cantidad de personas que la hacen posible. Una labor que, con justicia, también va perdiendo su invisibilidad.
¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?
Es inevitable que la coyuntura sea parte activa de la producción artística. Si por escribir sobre temas emergentes e incluso urgentes, el mercado se ve favorecido, es parte del juego. No obstante, debo decir que tengo la suerte de vivir rodeada de gente que escribe, pinta, baila, saca fotos, hace música o actúa, y que rara vez conciben esos trabajos desde lo comercial.
Creo que, cuando un artista produce una obra pensando en el mercado, o abrazándose a ciertos temas solo porque venden o están de moda, eso acaba por notarse.
De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos? ¿Cuáles son tus últimos proyectos?
Quiero mucho a mi primera novela publicada, titulada “Los escarabajos”. Estoy dándole las puntadas finales a una nouvelle llamada “Las nutrias”, que saldrá el próximo año. También están en danza un libro de cuentos y una novela. La pandemia fue terrible en casi todos los aspectos, pero al menos a mí me llevó a concluir varios proyectos.
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?
El consejo es siempre el mismo: que lean y escriban todos los días. Tanto la lectura como la escritura son artesanías y, como tales, requieren de paciencia, escucha, atención, dedicación. A las palabras podríamos considerarlas hijas directas de la pasión.
“Lxs escritores del conurbano estamos ganando terreno porque tenemos qué decir y empezamos a animarnos a hacerlo”, sostiene Melisa Osuna, escritora oriunda de González Catán, quien participó en varias antologías de mujeres escritoras, además de contar con material por su cuenta.
La Ciudad charló con Melisa Osuna acerca de su primer acercamiento a la escritura y la lectura, las antologías “sororas” de las que participó, sus futuros proyectos y el mercado editorial para lxs escritorxs conurbanxs.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?
Puedo decir que tengo dos inicios en la escritura: Mi primera aproximación fue a los 6 años con un taller literario. En ese momento me enamoré de las bibliotecas. Allí nació mi sueño de escribir. Hacia el año 2015, me animé a probar suerte con algunos certámenes y me fue bien. El punto clave fue el concurso de la Feria del Libro de La Matanza en el año 2019, porque no solo quedé como finalista, sino que también conocí a los dos profesores de los talleres que realizaría más adelante.
¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario?
Cuando era adolescente me enamoré de las historias de Isabel Allende. Trataba de contar historias similares. Tuve un redescubrimiento con las grandes autoras de la novela histórica romántica de nuestro país. Una gran referente es Gabriela Margall.
¿Qué pensas del ambiente literario del oeste? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?
El ambiente literario del oeste y, sobre todo, de los autopublicados, no deja de sorprenderme por su horizontalidad y solidaridad. No quiero decir con esto que todo sea armonía, pero sí destaco que, la mayoría de lxs escritores, guardan una gran humildad. Fue muy importante para mí, también, conocer y pasar a formar parte del Colectivo de Autores de La Matanza. Ellxs gestionan muchas redes y llevan adelante actividades muy interesantes. Lxs escritores del conurbano estamos ganando terreno porque tenemos qué decir y empezamos a animarnos a hacerlo.
¿Cómo ves el ambiente literario (del oeste y en general) para las mujeres escritoras?
Hay un gran espacio para que podamos decir. De hecho, con varias colegas (algunas del oeste y otras no) llevamos adelante dos antologías sororas: “Mujeres hechas de historias” y “Abrazando Vínculos”. Ambos proyectos autogestivos se basaron en el debate democrático y en el deseo de, entre todas, generar una oportunidad de publicar abaratando un poco los costos. Todas recién estamos empezando en este camino de las letras, por eso fue una linda experiencia.
¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?
Creo que el pinkwashing influye y tiene un gran mercado. Sin embargo, somos muchas las mujeres que buscamos “otra cosa” a la hora de leer. No se trata solo de novela rosa, sino de lo que tenemos para decir, de lo que nos pasa, de lo que sentimos. Uno hace una elección a la hora de seleccionar qué va a leer. No digo con esto que nunca haya elegido una novela rosa, pero creo que somos muchas las que estamos cansadas de las historias de Cenicienta y preferimos encontrarnos con la historia de nuestras madres y abuelas, mujeres que trabajan, que sufren, que sienten, que hacen y no solo se sientan a esperar a un príncipe azul.
De tu propio material, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuál es tu último trabajo?
Creo que uno siempre prefiere lo último que escribió, lo cual es bueno porque significa que hay un crecimiento personal. Mi cuento “Renacer desde las flores”, incluido en la antología “Rockeando la Vida” es uno de mis favoritos. Pero no puedo no sentirme conforme con todo mi aporte en la antología sorora “Abrazando Vínculos”, que es el último trabajo que publiqué. Sin embargo, antes de fin de año voy a tener conmigo un nuevo trabajo. Se llama “Melodías de Otoño” y es una obra diferente a lo anterior, ya que contiene 198 microrrelatos atravesados por la música.
Por otro lado, mi primer libro se llama “El lugar feliz”. Son 23 relatos de y en González Catán. El miércoles cumple un año. Ya se agotó la tercera edición
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?
Que se anime, que publique, que lo haga. Puede consultar, hablar, aceptar sugerencias, pero que lo haga. El mercado del autopublicado crece y somos muchxs lxs que preferimos “bancar” a unx colega que a una gran red editorial. No por desmerecer a las grandes cadenas, sino porque la mayoría de las veces hay un enorme potencial que no llega a las grandes editoriales.
“No debemos olvidar que tenemos la responsabilidad de la ética de la verdad: aunque escribamos ficción, debemos ser honestos”, sostiene con firmeza Nicolás Clarión, un escritor poco convencional que mezcla la palabra con las Bellas Artes y el cordón del conurbano con Sevilla.
La Ciudad charló con Nicolás acerca de sus primeros pasos en la escritura y la lectura, sus viajes con la palabra de compañía y a cuestas, la cuestión del mercado y el conurbano, y su particular forma de ver la escritura para lxs autores locales.
¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?
Comencé a escribir en la adolescencia, pero no fue un camino que me llevara de forma directa en esa dirección. De pequeño, demostré una marcada inclinación al dibujo y la pintura y, con el tiempo, empecé a buscar inspiración en la lectura. Esto despertó el interés por usar las palabras para contar historias, de la misma manera que lo hacía con las líneas y el color. En el secundario, disfrutaba mucho las actividades de escritura que proponía mi profesora de Lengua y Literatura. Ya de más grande, cuando inicié Bellas Artes, el deseo de escribir se encontraba tan profundamente arraigado, que incluso llegué a fantasear con inscribirme a Filosofía y Letras en la UBA, pero, por una cuestión de tiempos, finalmente desistí.
Luego comencé mi carrera como docente y me vi obligado a dejar la escritura en pausa. Pero como suelo decir, cuando los deseos son genuinos y reales nada puede detener esa fuerza que nos habita. Y así fue como, un día de lluvia en un viaje por Sevilla, me senté en el salón del hostel y retomé, en mi laptop, un antiguo relato de algunas pocas páginas que se convirtió en una novela de casi 470. Desde ese día no he podido parar de escribir. Tengo tres novelas escritas, que no he publicado aún. Ya he dado el primer paso presentando una a concurso en España que en estos días comunicarán los resultados. Tampoco he dejado de estudiar, de hacer talleres de escritura e incluso un posgrado, que terminé en el primer semestre de este año.
¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?
No sé si los llamaría referentes o influencias, porque siento que decirles de esa forma me pone en una posición de soberbia, especialmente a sabiendas que aún estoy transitando un camino de exploración y aprendizaje. Ahora bien, todo lo que leo es tierra fértil para dejar que la imaginación florezca.
De todos modos, creo que hay obras y autores que nos tocan, nos interpelan, nos movilizan y dejan una profunda impresión al leerlos. Cortázar y “El libro de Manuel”, Umberto Eco y “El nombre de la rosa”, León Tolstói y “La guerra y la paz”, Irvin Stone y “La agonía y el éxtasis”, Héctor Lastra y “La boca de la ballena”, por mencionar algunos, han tenido ese efecto en mí. Sin embargo, encuentro en la realidad, tanto social como política, una fuente inagotable de inspiración. No es errada la frase “la realidad supera la ficción”.
¿Qué pensas del ambiente literario del oeste? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?
Creo que, si hay algo que agradecerles a las bibliotecas populares y a los proyectos educativos orientados a la difusión y el incentivo a la lectura en las últimas décadas, es que han generado una generación de jóvenes que escriben y eso provocó la demanda de talleres literarios y de escritura creativa y centros culturales que diversificaron su oferta para un público que cada vez era más amplio. Aunque, también es cierto que se podrían hacer más cosas, más actividades, más espacios, más difusión y más incentivos.
En cuanto al “mercado”, la sola palabra me genera cierta aversión. Hay momentos en que tengo la impresión de que toda aquella manifestación artística que no responda a las reglas de ese “mercado” termina siendo marginada, excluida. Y, por otro lado, el concepto de “conurbano”, con todos sus cordones, su fragmentación y el imaginario colectivo que se deposita sobre él, termina volviéndolo más periférico de lo que históricamente fue. No digo nada nuevo al afirmar que, en todos los espacios de la cultura según las reglas de ese mercado, los recorridos artísticos se iniciaban desde la Ciudad de Buenos Aires.
Por suerte, al menos para los escritores, es una tendencia que viene cambiando y creo que, en parte, es el resultado del surgimiento de editoriales pequeñas, donde los autores se autopublican, lo que diversifica la oferta de material que no tiene la necesidad de responder a las reglas de ese “mercado”.
De tu propia producción ¿Cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Es difícil elegir uno en particular cuando siento que todos tienen algo que me conmueven, que me atraviesan. “Las cartas perdidas” fue una historia que, nacida a mis dieciocho años, comenzó a madurar a mis casi cuarenta mientras recorría Sevilla, y así, las callejuelas de la ciudad se fueron colando en el relato. “El retrato ausente” surgió de una charla con una amiga y el constante bombardeo televisivo de los hijos de celebridades nacidos por subrogación de vientre. “La noche secreta” comenzó a macerar luego de un viaje a Río de Janeiro para convertirse en un homenaje.
Mi último trabajo, “La tierra maldita”, es una idea a la que sigo dándole vueltas. Una historia que cabalga entre la esclavitud en Brasil en 1850 y un joven brasileño criado en Paris que regresa a su tierra en 2016. Algo tienen todas en común, además de saltar entre el presente y el pasado, es que sus protagonistas son hombres homosexuales intentando superar acontecimientos que desconocen de ese tiempo pretérito, pero que los persigue, atravesados por la historia política y social que no es ajena al devenir del relato.
En el 2020 me convocaron para una antología e incursionar en un género que no manejo del todo: el cuento. Acostumbrado a realizar producciones de más de un centenar de páginas, verme obligado a contar una historia en pocas hojas fue un completo desafío, pero una experiencia enriquecedora.
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a hacer visibles sus escritos?
No creo tener la palabra más autorizada para dar consejos, de hecho, intento no darlos. Pero voy a explicar como yo veo la cosa: La escritura es lectura, es escucha, es plástica, es observación, es disciplina, es constancia, es trabajo, es espera, es empezar una y otra vez, es un camino que se realiza de a tramos, algunos en soledad y otros en compañía. Es estar abierto a las infinitas posibilidades que la libertad de usar la palabra nos permite, sin olvidar que tenemos la responsabilidad de la ética de la verdad: aunque escribamos ficción, debemos ser honestos.
Después, es animarse, es parir la obra y, como con los hijos, es entender que ya no nos pertenecen, que son de la vida, que son de todos. Y eso es lo que más cuesta, dejarlos ser, darlos a conocer. A mi me ocurre eso, después cada uno hará el recorrido que quiera o pueda.
There are more than 1.4 million confirmed cases of coronavirus in 184 countries and at least 85,000 people have died.
More than half of all the confirmed cases have been in Europe, with Spain and Italy worst affected. However, the United States now has more than twice as many confirmed cases as any other single country.
This series of maps and charts tracks the spread of the virus since it emerged in China in December last year.
How many deaths and recoveries have there been?
The virus is spreading rapidly in many countries and the death toll is still climbing – but the majority of people are recovering from the infection. The country with the highest number of cases is the US, according to figures collated by Johns Hopkins University. With over 400,000 confirmed cases, it has close to five times the official number recorded in China.
China’s official death toll from the outbreak is just over 3,300 – but the US, Italy, Spain and France have each recorded more than 10,000 deaths. On Tuesday, China reported no new deaths for the first time since it began publishing figures. Critics of the Chinese government, however, have questioned whether the country’s official numbers can be trusted.
How confirmed cases of coronavirus have spread
China has now lifted many of the stringent measures it took to bring the disease under control. On Wednesday, authorities eased travel restrictions in Wuhan, the city where the outbreak began in late 2019. South Korea, where a major outbreak began in February, has also seen the number of new cases fall in recent weeks. Governments across the world have halted flights, locked down towns and cities and urged people to stay at home.
Europe still struggling – but signs of hope?
European countries have seen steep rises in cases and deaths, but slowing infection rates are raising hopes that strict social distancing measures are curbing the spread of the virus.
Italy has the highest toll of any single country in the world, with more than 17,000 deaths so far.
Spain has reported more than 14,000 deaths – the second highest of any country. There are now nearly 150,000 confirmed cases in Spain, but data shows the rate of new cases is falling. The Spanish government, which declared a state of emergency on 14 March, has suggested some restrictions, including keeping non-essential workers at home, could be lifted after Easter.
In Italy, there are cautious hopes that the country has turned a corner, with data in recent days suggesting that the infection rate is slowing. There have now been fewer than 600 deaths recorded in the country for three of the last four days. The majority of deaths have occurred in the northern Lombardy region, which contains the city of Milan. Hospitals there were reportedly at breaking point and retired doctors and nurses were asked to return to work.
On Tuesday, France became the fourth country to pass 10,000 deaths with the virus, following Italy, Spain and the US. More than 30,000 people are currently hospitalised in France, with around 7,100 in intensive care, according to the country’s health ministry.
In the UK, there have been more than 60,000 confirmed cases and more than 7,000 deaths. The country’s first emergency field hospital, built in London’s ExCel Centre, was opened last week. The NHS Nightingale hospital, as it has been called, has space for 4,000 intensive care beds. Others are planned across the UK.
In Spain and the UK, deaths grew rapidly at first, doubling faster than every two days. That rate of increase has now slowed to doubling between every second and third day. Italy’s death rate has also slowed, while that of the US is continuing in roughly a straight line, doubling about every three days at present.
Es uno de los grandes eventos que se celebran en el país. Desde hace largos años, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata reúne a las mejores películas que se desarrollan en el año y convoca a miles de cinéfilos que se muestran expectantes por ver la mayor cantidad de producciones posibles. Con el objetivo de que este evento se extienda hacia diferentes puntos del país, en los últimos tiempos, los organizadores lo han trasladado por muchas partes de la Argentina y, al parecer, en esta ocasión le tocará al conurbano bonaerense. Desde el pasado fin de semana, el Teatro Gregorio Laferrere, uno de los espacios que alberga la cultura en el municipio de Morón, es el recinto elegido para presentar diversos proyectos que son más que interesantes.
Días anteriores, “Matar a la bestia” de Agustina San Martín y “El Desarmadero” de Eduardo Pinto fueron expuestos en este espacio, aunque la programación continúa. En este sentido, “Nuestros días más felices” de Sol Berruezo Pichon-Rivère se presentará el próximo viernes 26 de noviembre, mientras que “Una escuela en Cerro Hueso” de Betania Cappato será expuesto el sábado 27 de noviembre. Cabe destacar que estas dos películas comenzarán a la medianoche.
Por otra parte, los organizadores del 36º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata anunciaron que las entradas serán libres y gratuitas para todas aquellas personas que deseen participar y deberán ser retiradas en el Teatro Gregorio Laferrere con una hora de antelación a la proyección.
Es importantes destacar que este evento es llevado a cabo por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y cuenta con el apoyo fundamental del Ministerio de Cultura de la Nación y del Ministerio de Producción Ciencia e Innovación Tecnológica, con su programa en la provincia de Buenos Aires que se titula ReCreo.
La historia del Festival Internacional de Mar del Plata
En relación a esta jornada, la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF) reconoció hace algunos años al Festival Internacional de Mar del Plata como de categoría “A”, junto con galas de la talla de Cannes, Venecia, San Sebastián o Berlín. La primera edición de esta muestra especializada en el cine se celebró el 8 de marzo de 1954, a partir de un pedido expreso de Juan Domingo Perón. Desde aquel entonces, miles de personas acuden a las diferentes salas con el objetivo de deslumbrarse ante las maravillosas producciones nacionales e internacionales. Más allá del paso de los años, estos proyectos aún tienen una relevancia suprema en la vida de l@s ciudadan@s.